lunes, 2 de enero de 2012

Vuelta a casa por navidad




En fiestas navideñas muchos hijos, nietos y familiares vuelven a casa por navidad; suena la canción desde casa `vuelve a casa vuelve por navidad´; llaman las luces de la fachada, el olor ha cocido y perdiz al horno, sientes la despensa llena de chocolates, bombones, turrones y cualquier cosa dulce que puedas imaginar, la fragancia a limpio y sábanas recién puestas toma tu cuarto... todo es perfecto: estás en casa.

Rápidamente te acostumbras a todas esas pequeñas cosas que extrañas en la ciudad; no hay nada como volver a casa, estar con la familia, compartir momentos que el ajetreo de tu día a día te hace no disfrutar, recordar que es lo verdaderamente importante, saber perdonar a aquel hermano que hace meses no hablas, aprovechar cada pellizco de cariño que recibes cada mañana al levantarte.


Nada malo se te ocurre, solo el paso de los días y las semanas en casa te hacen rememorar que hace años que ya no estás, extrañas el trabajo, tu agenda marcada con mil colorines y cosas que hacer, estar entre tus paredes y cocinar a tu antojo; volver a la rutina que muchas veces detestas pero que al final añoras.




¿Donde estás ahora? en un avión destino a quien sabe donde dirían algunos, una maleta en la bodega, un bolso en el asiento de al lado, un bocata que ya anda en tu estómago y el portátil que te acompaña cada viaje para transmitir cada una de las cosas que te dejan con asombro.



No es un viaje cualquiera, no es un destino sin importancia, tampoco es un día en si... es el día en que comienza un nuevo año, un destino donde comenzar de cero, un viaje que marcara el comienzo. Has dado el paso y ya estas de camino, embarcada en él, dispuesta y segura. Tanto tú como ella estáis impacientes porque os recoja en el aeropuerto.

Son tantas cosas, te planteas que has hecho lo correcto, tienes miedo de no poder con todo, pero sabes que el reencuentro con quien amas lo merece; además no podías dejar escapar la aventura de trabajar en el extranjero y para un medio internacional en el que llevas meses intentando que te destinen... con todo ello intentaras quitarle importancia al destino que te diriges, tan alejado del hogar, de casa; quizás hayan sido éstas una de las últimas navidades o una de las muchas que tardes en volver.


 -Lo mas que me preocupa es criar a Lucía tan lejos de la familia, de unos abuelos que la ven crecer y con quien compartirla, de una ciudad española que recorrer, de un hogar que hoy pierdo y al mismo tiempo recupero; dejaré las dudas aquí en medio del océano, las incertidumbres en el asiento del avión, y recordaré las ganas que me están llevando a Sydney a reencontrarme con mi marido, a ser editora jefe de una tirada internacional, y lo más importante... a tener a esta pequeña, que no para de moverse en todo el vuelo, a tierras antípodas para estar junto a la persona que amo, su padre.-



 `Adiós familia, adiós´ esa fue la frase de muchos que emigraron de España en los años de crisis; buscar fortuna en tierras extrajeras, aprender nuevos idiomas, adaptarse a otras sociedades, formar familia lejos de casa... ahora es Lucía la que regresa a España para empezar la universidad; quien lo diría, después de 18 años las cosas cambiaron, salimos de la crisis, el país remontó, y aquellos que se fueron pudieron volver.  



Llega la navidad, la noche de fin de año, todos atentos para tomar las uvas; este año es diferente, especial, hay nuevos miembros en la familia, más sillas en el salón, nuevos nietos y otros que han regresado desde muy lejos para pasar la navidad en casa.



"Los nunca no son para siempre", y las navidades, aunque sean fechas que duran poco y tardan en llegar hasta el próximo año, nos hacen recordar que las cosas cambian, que se debe apostar por nuevos cambios, que hay que cuidar los nuestro, no olvidar a los importantes, y sobre todo... disfrutar del día que estas viviendo, porque ese día, no se volverá a repetir.

FELIZ 2012 :)

jueves, 22 de diciembre de 2011

In Time


Vamos como transeúntes, con el pie puesto en el acelerador, corriendo a todas partes, algunos incluso dando tumbos; a veces sin rumbo y otros sin embargo, con un mapa casi inquebrantable.
No paramos ni un segundo, no observamos ni escuchamos, dejamos de saborear...y algunos de disfrutar.



Llega el día en que las marcas de la vida aparecen, los ojos entristecen, las fuerzas decaen, la mirada se pierde en el infinito.
El tiempo va despacio y tu pasos son otros, tu interés se ha roto y sin darte cuenta has dejado de ser quien eras. Te cuesta reconocer tu rostro, tu imagen ha envejecido y los años ya no perdonan un descuido.


Ciclos, etapas... 80 años de una vida que desaparece sin avisar, años que recuperarías; tiempo que pagarías y que ahora no tienes.
Tiempo, medida que desaprovechamos y un día anhelamos; 

¿qué harías cuando te faltaran los minutos, los segundos que te dan el aire, los latidos que te hacen sentir? 

Las formas serían otras, viviríamos al día deseando que no acabara, aprovechando cada resquicio; mirando, sonriendo, escuchando, comunicando... Saboreando cada cuerpo como si fuera la última vez... siendo mortales... disfrutando cada cosa en su tiempo.



Se mortal esta Navidad y aprovecha cada segundo; la inmortalidad por ahora es muy lejana; no dejas para el próximo año lo que podrías hacer en este.
Visita a la familia que tienes pendiente; come hasta hartarte degustado cada plato; baila, canta y ríe hasta que tu cuerpo no pueda más; viaja si puedes permitírtelo; coge ese avión y da una sorpresa a la mujer que quieres; come cada uva pidiendo el mayor de los deseos.

Hazlo como quieras, pero goza y aprovecha cada fecha como merece, como si fuera la última, así no habrá duda de que no malgaste tu tiempo. 



¡Felices Fiestas y Próspero Año a todos! 
Mis mejores deseos para el 2012


jueves, 1 de diciembre de 2011

Lo mueve todo




Dormir entre tus brazos, sentir la calidez de tu piel, la suavidad de tus manos... ese olor que desprendes... mmm puedo sentirlo, debajo de las sábanas, en el cuello del pijama, en mi pelo, en la almohada... ¡como para olvidarlo! Eres imposible de olvidar, existiendo todo el mar de por medio, horas de mucha distancia, días de larga duración; ¡nada hace que te olvide!. No te has ido y ya te extraño, no me he ido y ya tengo un pie en el avión...


Que llegue ese momento, lo quiero, lo echo de menos; aún no lo tengo pero ya lo siento... aún no existe y ya lo veo... el hogar, la vida, la familia; cosas que descuidamos y que nos dan la vida; la persona que queremos, que debemos cuidar y mimar, esa que siempre está y que no pide nada más que amar... ¿me amas? ¿me quieres? alguna vez me lo pregunto por miedo a perderte, por miedo a que todo sea mentira y despierte, por necesitar escuchar que siempre estarás, por agarrarte y no perderte.


Sí el amor, eso a lo que nos aferramos con fuerza, eso por lo que hacemos locuras, eso donde la tentación desmarca a la razón... sí el amor, lo que crea que sonrisas, que llores cuando no deberías, que rías a todas horas, que cantes por la calle, que hables sin pensar, que actúes sin razonar... sí, ¿y qué pasa? quién no apuesta por amor le faltan patas... quién no apuesta por querer le salen canas... quién no apuesta por vivir se queda sin nada... a que esperas... ¡El amor lo mueve todo!






lunes, 21 de noviembre de 2011

Un día feliz



Me han preguntado por un día feliz.. todos tenemos un día especial, un día que destacar... el día que te licenciaste, el día que aprobaste el carné de conducir, el día que viste nacer a tu sobrina o cuando tuviste un hijo, el día que fuiste de viaje a Nueva York, tu 25 aniversario de casados, el momento que te dijeron que volviste a nacer tras un accidente, el día que superaste el cáncer, el día que encontraste trabajo... ¡será por días! No hay nada más subjetivo que la apreciación de lo que para uno es importante y nos lleva a la felicidad...


Pero cuando me preguntaron hoy cuál era un día feliz para mi... ya no respondí que fue el día en que me licencié o conseguí trabajo, tampoco el día que fui a China o me recorrí los cien mares, inclusive, tampoco pensé en aquellas navidades en las que tuve reencuentro familiar...


¿Un día feliz?
El día que te conocí. 






No podría olvidar nuestras primeras palabras,los primeros gestos de coqueteo con sonrisas entre lágrimas. Lágrimas que llegaban como suspiros de haberte encontrado,se que eras tu ese al que esperaba, se que eras tu ese que un día amara.


Comenzó con palabras que aún hoy guardo,con momentos que aún hoy revivo...
suspiro por ese primer beso que me robaste cuando a pies juntillas te acercaste, sonrió por cada uno de los días que he compartido contigo, me estremezco cuando te siento y los relojes se paran.

Vuelve a ocurrir...me acelero y corro por dentro, solo pasa en días como hoy... Me cuesta respirar,me ahogo entre tragos,no duermo esperando... Esos días en los que estas y nada importa,esos donde todo se para, esos en los que solo sonrió.

¿Un buen día? 
Simplemente el que paso contigo.





sábado, 12 de noviembre de 2011

Estaba sola y ahora digo adios


Era tan lejos, que la distancia se hacía eterna; no te alcanzaba, incluso la luna estaba más cercana.
Te echo de menos, extraño el cohete que un día me hizo volar, las palabras que un día me hicieron soñar y que ahora sólo sé recordar.

Parece que estás, es mentira, el espejismo de lo que no eres cada día se hace más grande, te imaginé y te creé; te deseé y te formé; te desvaneces entre nubes, en proyectos sin terminar, en laboratorios donde experimentar.

¿Cómo pensé que te lograría materializar? Qué gratis es soñar. 
Cuentos de hadas que me hacían pensar que todo sería realidad; faltaban los años y la experiencia de saber perder, comenzar y quizás ganar.

Así estaba, rodeada de posibilidades, de oportunidades donde poder destacar; pero faltabas tú, la pieza del puzzle sin encajar. El resto dejó de importar, sólo pienso que deberías saber que estoy, que seré tu mano, tu aliento y mirada en cada dulce mañana.





Un dia lo logré, robé parte de tu corazón y mi cama ya no volvía a estar desolada; conseguí un te quiero y recibí un te amo. No me lo creo, parecía lo imposible, pero viendo que es cierto y que llevas 10 años ocupando el lado izquierdo de mi cama, sé que es verdad.


Ya no soy mujer solitaria; dejé las noches a solas; viví como quise mientras los años pasaban, lo hice junto a mi príncipe azul navegando entre aguas en calma; no es romanticismo, no es un idealismo, son 85 años unidos a la persona que más he querido y de la que hoy me despido junto al lado izquierdo de la cama. Adios cariño, adiós.