miércoles, 28 de noviembre de 2012

Más allá de la pasión

Crecí en ti

Solo quiero abrazarte, sentirte y no despegarme de ti...

Pasaría todas las horas del día a tu lado, simplemente observándote, sabiendo que estás cerca...

Subsumida a tu cuerpo como si fuéramos uno sólo, entrando en ti para jamás salir...

Acariciando cada una de las partes de tu piel, cada extremo, cada una de las zonas de tu cuerpo, tu boca, tus mejillas, tu cuello, tus manos, tu pecho, tu abdomen, tus partes, tus piernas, tus pies; fluyo en ti...


Una mirada que traspasa todas las barreras existentes, rallos de sol que atraviesan las ventanas, puños que acaban con la nada que terminan con todo, abismos que desaparecen en el horizonte...


Nada se hace imposible a tu lado, lo imaginable se hace posible, lo lógico se vuelve irracional... las cosas pierden sentido y la conciencia se vuelve loca a tu lado...
Me destruí dentro de ti

Pierdo la noción del tiempo, miro por la ventana; las hojas de los árboles son verdes, pasan a ser marrones convirtiéndose en rojas, y de un salto caen cubriéndose de nieve las ramas desoladas, hasta que vuelven crecen y florecen...

Todo da vueltas, luces de colores se despliegan por la habitación, la lujuria ha cubierto las paredes, la sensualidad se ha hecho dueña de nuestros cuerpos; he perdido el conocimiento cayendo al suelo, la pasión ha acabado conmigo...





Me rompí por tí
Sólo quiero sentirte, que entres en mi y no soltarte jamás, que no desaparezcas saltando por la ventana...


Quédate, convierte este abrazo en infinito, haz que nuestro beso nunca acabe, simplemente que perdure y no desaparezca. No te vayas...



He muerto por ti

Perdí mi ser entre tanto desasosiego, la perturbación ha llegado hasta puntos impensables; la piel se desgarra rompiéndose en mil trozos, tu rostro se corrompe alejándose de mi...

No queda nada, sólo pedazos esparcidos de lo que era, tu imagen distorsionada huye, desaparece, ya no estás. El vacío toma todo el sentido; sólo siento la claridad de la luz que ciega mis entrañas, mientras yo por ti muero...





Estoy exhausta, he recuperado mi cabeza, por un momento he dejado de respirar, me faltaba el aliento... noto como el aire frío entra por mis pulmones y poco a poco mi nariz se congela,  mi cuerpo recupera su estado....
Salgo de ti para volver a ser yo, el calor se apaga junto al fuego de nuestra pasión, recupero mi temperatura corporal, incluso tiemblo hasta adaptarme a mi nueva forma... Se hace raro no estar dentro de ti... ¿Repetimos?


martes, 13 de noviembre de 2012

Imitadores





Somos fieles a determinadas acciones, actuamos conforme a ciertos instintos que nos llevan a hacer o deshacer determinadas cosas.


Nos vemos inmersos en situaciones por generalidades, espejismo que vemos en otros. Es la hora de comer y pese a que mi cuerpo está saciado, comes porque tu semejante también lo hace; inmerso en la digestión bajas la ventanilla de tu lado del corredor; mientras tus compañeros viajeros imitan la gestión buscando la oscuridad que les haga entrar en las horas de sueño que les quedan por delante.


Vivimos imitando acciones, deseando lo que el otro tiene, esperando llegar hasta donde tú has llegado, tener todo aquello de lo que yo carezco... ¿Con el fin de qué? ... De ser esa persona perfecta, como ese amigo tuyo que parece que lo tiene todo, como tu hermano que ha llegado bien lejos, como tu padre al que admiras con satisfacción desde que eras niño.


Perdiste la noción de quien eras en el momento en que decidiste imitar al resto, en el momento en que tu injerencia se perdió entre los demás, en el momento que dejaste de ser tu mismo... para ser ese otro, reflejo de un espejo, que hoy ni siquiera conozco.


No se quien tengo a mi lado.. pero lo peor, ¿tú te reconoces?




jueves, 23 de agosto de 2012

"Quiero que cambies"



Cada persona es indisoluble, no podemos diluirnos en lo que no somos... no podemos dejar de ser aquello en lo que nos hemos convertido... salimos de un patrón que nos hizo crecer, cambiar, nos hizo formarnos en eso que hoy día somos... en la persona que hoy ves.

Miras delante del espejo y pretendes encontrar otra persona que no soy yo; pretendes cambiarme con esos pequeños detalles que día a día me repites que no te gustan... echamos en cara a todo aquello que tiene alma y se mueve (incluso a lo inmóvil y fósil), todas y cada una de las cosas que no nos gustan y querríamos cambiar para amoldarlo a nuestro ser, a nuestra conveniencia y bienestar.


Hasta dónde dejarías de ser tú, hasta dónde intentarías hacer cambiar al otro... cuál debería ser el punto intermedio donde ambas personas se aceptan tal y como son... cómo de flexibles deberíamos de ser ante un no se que... un "no se que" que viene de dentro y te hace ser de una manera o de otra... te hace ser tú.


El problema viene cuando el "tú" no gusta y lo intentas cambiar, cuando te has acomodado, acostumbrado a que es habitual... pero en realidad no lo soportas, y cada día que pasa lo soportas menos y la susceptibilidad florece con más facilidad, sólo quieres que ese "tú" desaparezca o un día serás tú la que desaparezca estallando sin más.


Hasta qué punto podemos llegar a ser radicales, cuál y cuándo llega el día en que tus promesas de cambio se cumplen y todo empieza a ser diferente... te creo y tú me crees cuando nos decimos mutuamente que esa parte de mi que no es buena, que no se porqué... nace y hace daño, en forma de palabras que hieren y duelen mientras salen de mi boca... "soy así" frase muy usada por quien interesa.

Fíjate como te comportas tú, lo que exiges al resto y como actúas sin ceder ni siquiera por una vez, no llega el día en que diga, <has sido tú el que hoy ha cambiado ese "no se que" para que éste mal día acabe>;. Mientras, yo espero que el cielo se ilumine y las estrellas aparezcan en esta noche.


miércoles, 28 de marzo de 2012

Un secreto bien guardado




Guárdame el secreto.. Te he echado de menos...  Yo "te he echado de menos"

Mis ojos lloran por la música que escucho mientras la nostalgia atraviesa mi alma... El alma que un día conquistaste, ese trozo de corazón que cada noche me robas con cada uno de los besos que me das...


Sueño cada hora del día con las caricias que me darás esa tarde, fundirnos en abrazos mientras nos quedamos quietos y pasamos a ser uno... Se para el tiempo cuando me miras y cruzas la puerta al entrar en casa...


Llevo todo el día echándote de menos, es el mayor de los secretos que gritaría a voces... Júrame que no te irás, que siempre estarás, que nunca me abandonarás... Necesito tu parte de ti en mi, somos uno en un solo cuerpo, tu piel roza la mía y te siento como si el mundo acabara y fuera la última vez que te tuviera a mi lado...


Te echo de menos mientras duermes, tus ojos están cerrados y yo observo desde el otro lado de la cama, sonriendo y soñando que algún día contaremos a todos nuestro gran secreto... Aún es pronto, prometo aguardar y saber esperar... Y mientras, te echaré de menos hasta el día en que por fin sea tuya y tu seas mío...



La importancia del habla



Hablar, algo tan natural, tan cotidiano y banal... No le damos la importancia que tiene hasta que no suenan las palabras. Producir un sonido, llamar a una persona, nombrar las cosas... Cosas sencillas, simples... El cerebro envía la información, se mueven los labios y surgen los sonidos...las palabras... Aquellas cosas que queremos decir, que queremos contar y comunicar.

Algunos no hablan, otros prefieren permanecer callados o utilizar el silencio como modo de vida. Las notas en forma de abecedario, de letras que hablan diciéndolo todo o no diciendo nada.

Levantarte una mañana, bostezar, bajar hasta la cocina, abrir la nevera, sacar la leche, preparar un bol de cereales, escuchar como la leche choca y hunde cada uno de los copos de chocolate... 
Subir las escaleras, preparar la ropa encima de la encimera del baño, ducharte, arreglarte, pintarte... 
Bajar al sótano, sacar el coche, meter la chaqueta en el siento de atrás, encender la radio, arrancar.... 
Ir al trabajo, encontrarte con poca gente, llegar a tu puesto de trabajo, sentarte, trabajar tu jornada... 
Regresar a casa, encender el televisor del salón, dejar un sonido de fondo, ponerte cómoda, prepararte la cena y sentarte en el sofá.






Riiiiiiiiing "tu madre" -que pereza- piensas, pero no lo dices. El teléfono suena hasta cogerlo... H....o.....l.....a....... Pronuncias las letras!! Pero NO suena la palabra!!!

¿Qué ocurre? ¿Qué está pasando?
Son cosas mías o llevas un día sin pronunciar palabra, sin necesidad de hablar hasta que ha llamado tu madre.

¿No has tenido nada que decir en todo el día?  
No me lo creo; pero con tu cara me demuestras que no, que tu falta de diálogo y de ausentismo te preceden a la comunicación...

Que pena de ti, que hayas perdido el bien tan preciado de hablar y de expresar; de contar cada una de las cosas que sientes y que otros necesitan escuchar.... habla!