jueves, 1 de octubre de 2015

El amor ciega y mueve montañas


El amor de forma absoluta puede cambiar a las personas, puede hacerlas mejores o peores, pero en cualquier caso las puede cambiar.

Ya lo dice el refrán "el amor mueve montañas", y después de muchas experiencias, así es.

Puedes tener muy claro cómo eres, hasta que puntos puedes llegar, cuales son tus límites... y sin darte cuenta un día empiezas a franquearlos, a pasar todas las barreras que tú mismo te pusiste... todo se descuadra, y todas las explicaciones te llevan a esa persona.


Puedes creerte el más fuerte, ser tan cabezón que nadie puede cambiar tus convicciones, incluso ceder y pedir perdón no te nace, pero las cosas cambian hasta tal punto que después de muchas discusiones, de que te hagan darte cuenta que existen otros puntos de vista... el punto de inflexión llega. Cambian tus reacciones, tus opiniones pasan a ser más lógicas, razonables o simplemente mejores... ese será el momento en que sepas que el amor te ha cambiado.


No siempre es bueno, desgraciadamente, también te puede provocar ser imprudente, temeroso o incluso cometer errores que te hagan cruzar la línea entre el bien y el mal. Como se suele decir "el amor es ciego", y cuando eliges a una persona que todos consideran mala menos tú, te dejas llevar hacia el lado oscuro e incorrecto por amor.


¿Todo está justificado? el amor lo es todo?.... valen todas las apuestas, la felicidad tiene muchos caminos, al fin y al cabo las emociones son variopintas y sólo uno le puede dar su propio significado.

Lo que sí sé y por lo que apuesto, es que el amor puede cambiarte y puede, si quieres, hacerte mejor.





Por los cambios positivos, por ti.


martes, 26 de mayo de 2015

El control


Cuestión de programar, contar y valorar,
fechas y números, todo apuntado,
nada olvidado.

El control es la clave del éxito,
nada dejarlo al azar y menos esperar,
todo para ya.

El nerviosismo y la responsabilidad,
cubren las horas y se comen los días,
qué poco espacio para lo improvisado.

Todo lo que se escape de las manos,
a dónde va a ir a parar,
nada se puede desaprovechar.

Realmente así he de disfrutar?
Sin control ya no se estar,
y menos aún sin saber hablar.

Me mandan a callar,
a dejar de pensar,
todo da tantas vueltas a mi cabeza,
que parezca vaya a estallar.

No importa lo que digan,
los límites ahí están,
pobre ciega de mi.

Me asfixio en mi realidad,
días controlados olvidando disfrutar,
qué hacer ante ésta diversidad?

Deja de controlar,
de pensar y manipular,
sino tu cerebro un día dirá basta ya,
he de descansar.


jueves, 22 de mayo de 2014

Todo llega


En la oportunidad llegó el cambio,
en el cambio llegó tu deseo,

¡los deseos nunca se cumplen!
exclamaba angustiado el paje,

mentira, señor de los cielos,
mi deseo está en camino,

porque los sueños perseguidos,
una vez serán cumplidos.













En la búsqueda del trabajo,
el momento llegará,

y el tan ansiado puesto,
tuyo será.

Cuan oportunidad se me ha ofrecido,
que ahora mismo ando sorprendido;

no te confundas fiel amigo,
tu trabajo ha sido correspondido.


lunes, 20 de mayo de 2013

Por una imperfección maldita




Somos imperfectos,
la imperfección nos hace daño,
daño que se pudiere evitar,
amor que tendríamos que dar.
Por un cambio que no haya que hablar.

¿Por qué convertirnos en seres extraños?
extraños seres que repudiamos pero sin embargo imitamos,
nos invade no pudiendo expulsarlo,
sal de mi ser extraño.

Niquelamos cada instante, todo es control,
superación de uno mismo,
pero de repente todo cae, todo se pierde,
lo ganado se esfuma como si nada hubiera quedado
y como tonta me quedo mirando.


Dónde está el raciocinio cuando más se necesita,
nos mueven los impulsos cerrados,
el nada ha llegado e inmutada me he quedado,
¡qué pasa contigo!
¿razón has desaparecido?

De qué sirve,
que yo ahora me disculpe,
mi imperfección es tan estúpida,
que aún pienso como superarla.

El día que lo haga te lo haré saber,
porque tú mereces más que mil lo siento.
Y a mi imperfección le digo,
adiós amiga, adiós.


Pronto llegará un perdón ahora sí merecido.

A tu amor le pido que no haya desvanecido,
porque el buen cauce está en camino,
en perfecta me he convertido.


miércoles, 13 de febrero de 2013

Compartir es vivir


Ando inmersa en nuevas aventuras

Hace unos días empecé a escribir, lo que espero que sea un relato largo, una historia que llame la atención... algo de intriga por saber qué ocurre con la vida de la protagonista, una conquista de nuevas aventuras, un día a día aparentemente normal pero lleno de historietas bastantes interesantes, y curiosidades que todos tenemos pero que nos callamos.

Pensé en hacer pequeños capítulos e ir colgándolos aquí, pero aún me sigue atrayendo demasiado el papel y el boli y me reconforta buscar ratitos para escribir en mi pequeña libreta. Creo que una manera de conocerse a uno mismo y a los demás es compartir... compartir sentimientos, vivencias... muchas veces quien más calla es quien más tiene que ocultar, y ese puede que sea el que más deje de vivir por andar en la oscuridad de la palabras. 
Tampoco hay que ser atrevido e ir promulgando todo aquello privado que nos pase, pero el contar algo que necesitamos sacar de bien adentro, compartirlo con alguien (quizás hasta a alguien que a lo mejor no le importe lo que le estamos contando) nos hará quedarnos más desahogados, puede que incluso más comprendidos, o por lo menos escuchados por otra persona.

Sin embargo, hay muchas personas que todo se lo tragan y hasta la tumba se lo llevan. Personas más introvertidas que no tienen ese necesidad de contar; si les pasa algo, les pasa y se lo guardan para ellos mismos. Y sólo acuden al allegado de confianza cuando la ocasión de verdad lo merece. Son felices así, o aparentemente dan sensación de serlo.
Por otro lado, hay otros que son como les viene en gana, un día son los más lenguines del mundo, y otros cremallera en boca. Aunque de este tipo de personas, habría que preguntarse lo siguiente "de verdad conozco como piensa -fulanito-" puede que nos sorprendamos a nosotros mismos.
Y el grupo de personas que más detesto, son aquellos que no hablan de ellos pero si lo hacen de ti, y no suelen soltar flores por la boca, sólo cotilleos, habladurías, criticas... cómo les gustan inmiscuirse en las vidas de los demás sin ni siquiera pedirles su opinión. Viven de la energía del de al lado. 

Hay mil maneras de compartir, y a nuestra manera cada uno tenemos la nuestra. Y aunque no me guste decirlo nada (y a muchos nos cueste) la vida tiene tonos grises, y todo no es negro ni blanco. Por tanto, deja para ti lo que a otros no les interesa, ni des explicaciones porque pocos la merecen; y al que habla más de ti que de si mismo, que se preocupe de su propio ombligo antes de mirar u opinar del tuyo. 

Haz que los cristales sean translúcidos para ver a través de ellos, no dejes que sean opacos para no pegarte un tortazo contra ellos, ni totalmente transparentes porque lo sabrán todos de ti.

No te olvides de compartir con quien lo merece.