lunes, 14 de diciembre de 2009

El Frío llegó en forma de capa blanca!




Cayendo pequeños copitos en Granada.. y la Península "cubierta de blanco"!!!

El frío llega a toda España...bajada espectacular de las temperaturas!!! el frío, la nieve, las heladas.... yujuuuu!! que bonitooo, a abrigarsee que ha llegado elinvierno (o casi)!! 

A sacar del armario los gorros, bufandas y guantes!! un chocolate calentito para calentar al cuerpo! y la calefacción, braseros, estufas, mantas para no pasar frío en la casa! :D

Así da gusto que se avecine la navidad... con nieve! aunque en Tenerife sólo sea en el Teide... que espero que nieve algo este invierno... jo! (o quizás ya haya nevado, aún no lo se jejeje) esto de vivir en islas tropicales es lo que tiene!

El rayo que no cesa


El rayo que no cesa

El espectacular Relámpago de Catatumbo genera el 10% de la capa de ozono. Los venezolanos quieren que sea Patrimonio de la Humanidad

Una noche de 1595, Sir Francis Drake se disponía a saquear Maracaibo. Sus naves se aproximaron a la costa, al abrigo de la oscuridad, pero había un factor con el que el pirata inglés no contaba. La amenaza fue descubierta por la guarnición de la ciudad gracias a los haces de luz de un enorme rayo visible desde 400 kilómetros de distancia: el espectacular Relámpago del Río Catatumbo. Dos años después, Lope de Vega relataría en el poema épico 'La Dragontea' la mala pata de Drake, desenmascarado por un prodigio que parecía inconcebible. Y ahora, al cabo de cinco siglos, los venezolanos esperan que la Unesco lo reconozca como Patrimonio Natural de la Humanidad, con lo que sería el primer fenómeno meteorológico que recibe esa distinción. Les sobran razones: además de tratarse de un portento ambiental único en el mundo, funciona como una fábrica que produce el 10% de la capa de ozono del planeta. Y se encuentra en peligro, ya que, según alertan los expertos, podría acabar desapareciendo a causa del cambio climático.
El rayo fue bautizado con el nombre del río homónimo que nace en Colombia y desemboca en el lago Maracaibo, al que aporta el 60% de su caudal. Además, la resonante palabra sirve como onomatopeya de su sonido. El rayo es un auténtico orgullo para Venezuela, especialmente en el estado de Zulia, en cuyo escudo oficial destaca el chispazo amarillo sobre el negro de la noche y el azul más claro del cielo diurno. En 2005, el gobierno local lo declaró Patrimonio Natural del Zulia, pero, aunque en estos años ha aumentado el turismo para contemplar la imponente belleza del rayo, los habitantes de la zona continúan viviendo en la pobreza.
«Tiene un promedio de 28 descargas eléctricas por minuto, 7 horas diarias, 140 días anuales, y produce 1.646.400 descargas eléctricas al año», detalla el ambientalista venezolano Erik Quiroga. Según explica, «en diez minutos de recurrencia genera una energía que bastaría para encender las bombillas eléctricas existentes en toda Sudamérica». No en vano, es el primer generador de electricidad de origen tormentoso del planeta. La Universidad Simón Bolívar de Caracas cifra la intensidad anual de las descargas en hasta 400.000 amperios y confirma que su luz es visible desde una distancia de 400 kilómetros: es decir, que si el fenómeno se produjera en Madrid, sería visible desde Bilbao y Granada. Los expertos locales lo conocen también como el 'Faro de Maracaibo', porque su luz se contempla desde la entrada del golfo de Venezuela y desde las vecinas Antillas Holandesas.

Los alisios y las ciénagas
El origen de los rayos no resulta fácil de explicar. Se producen cuando los vientos alisios procedentes del Este chocan con la sierra de Perijá, en la frontera entre Colombia y Venezuela, crean masas de baja presión sobre el agua de las ciénagas del lago y a su vez se topan con los vientos de la cordillera de los Andes. En esta complicada conjunción de factores también influye el gas metano originado por la descomposición de materia orgánica en los pantanos, que llega sin dificultad hasta las nubes al ser más ligero que el aire.
El caso es que este fenómeno eléctrico produce ozono, el gas que filtra los rayos ultravioleta y protege la flora y la fauna, esa famosa capa que la polución industrial está destruyendo a pasos agigantados. La situación se agravará con el deterioro paulatino del ecosistema del lago. Según Quiroga, ya atentan contra la existencia del rayo «la falta de dragado del río Catatumbo, realizado por última vez en 1995, y el uso agrícola de los pantanos del Parque Nacional de Ciénagas». El ambientalista ha denunciado que la sedimentación del Catatumbo está secando varias de las lagunas de las que se alimenta el relámpago y que la deforestación para usos agrícolas se extiende cada vez más en esa área protegida. Y este especialista no es precisamente un desconocido: él promovió el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, aprobado por la ONU y que se celebra el 16 de septiembre.
Con esa autoridad, ha hecho una llamada internacional de solicitud de apoyo con el fin de «preservar para la humanidad uno de los fenómenos meteorológicos más excepcionales de nuestro planeta». Hasta tal punto lo es, que las descripciones que de él han dado propios y extraños han tendido siempre hacia lo poético: desde la concentración de millones de luciérnagas a la que lo atribuyen algunos pobladores de la zona, hasta ese «límpido farol» del que se enorgullece el himno del estado de Zulia. La excepción habrá que buscarla en Drake, para quien el rayo debió de ser simplemente una maldita luz.