jueves, 14 de julio de 2011

Un marco en blanco



Nervios que estallan entre paredes,
paredes que se derrumban a tu paso,
paso que marcan las horas,
horas infinitas en el tiempo,
tiempo a tu lado que nunca acaba...

Huir de todo lo que me rodea,
alrededores que se tambalean,
temblores que desestabilizan los cuerpos,
humanos que van cayendo,
caídas en picado imposibles de parar...


La nada atrapa el paisaje,
paisaje abrumado en emociones,
emociones que se convierten en explosiones,
explosiones arrasándolo todo...



Oh espacio infinito, devuélveme la cordura a los tiempos,
regresa a mi como estabilidad que algún día existió,
dame la tranquilidad de la que hoy carezco,
apóyame junto a los míos para seguir adelante,
ven hacía mí para nunca abandonarme,
no te marches para hacerme de guía,
guárdate en mí para tener siempre tu compañía...



Esperanzas que no desaparecen,
apariencias que se rompen con vivencias,
circunstancias que hacen grande la vida,
existencia que hoy adoro cada día...


Ilusiones nacidas en la amistad,
amistades resplandecientes,
relucientes amores que hoy surgen,
felicidades que nos envuelven...

Nueva vida nos aventuran,
nuevos proyectos se hacen propios,
hoy mi vida la hago mía,
dando pie a nuevos retos...



Hoy ya soy otra, una adulta corrompida,
una señorita convertida en señora,
una estudiante convertida en trabajadora,
una novia convertida en amante,
una fiel convertida en amiga,
una hija convertida en mártir,
una ciudadana convertida en vividora.


Alguien que vive sin dejar de respirar,
respiraciones en ocasiones asfixiantes,
asfixia que topa con barreras,
límites rotos con salvajes trotes,
galopes desbocados sin rumbo...


Trayecto iniciado, sentido coherente,
rumbo encauzado a lo que debiera,
destino en aguas inéditas, sentidos desconocidos,
envueltos en un nuevo marco;
marco donde he comenzado el dibujo.