jueves, 14 de enero de 2010

¿Por qué movemos los brazos al andar?

¿Alguna vez se ha preguntado por qué al andar hace oscilar los brazos de forma opuesta a las piernas? Un equipo de científicos ha encontrado la respuesta: Hace que caminar sea más fácil y eficiente.
El típico movimiento de oscilación de los brazos ha desconcertado a los científicos, ya que no tenía ninguna utilidad evidente, lo que hizo a algunos investigadores sugerir que era una reliquia evolutiva con poco o ningún propósito, heredada de ancestros que andaban a cuatro patas.

Sin embargo, un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, y la Universidad de Delft, en Holanda, decidieron determinar exactamente qué conseguía mover o no los brazos al caminar.

De modo que construyeron un modelo mecánico para tener una idea de las dinámicas del movimiento del brazo y además reclutaron a 10 voluntarios a los que se pidió que caminaran con una oscilación normal, con los brazos atados o pegados a los lados y con los brazos oscilando en sincronía con las piernas.

Los investigadores descubrieron que mantener los brazos quietos mientras se anda requiere un 12 por ciento más de energía metabólica que si se mueven.

A su vez, un andar con oscilación opuesta a la habitual, moviendo el brazo derecho con el pie izquierdo y el izquierdo con el pie derecho, resultó utilizar un 26 por ciento más de energía, ya que los músculos tenían que esforzarse por mantener el ritmo, según los hallazgos publicados el miércoles en Proceedings of the Royal Society B, la revista de investigación biológica de la Royal Society.

Mover los brazos también contrarresta el movimiento de giro o "tuerca" que crea el cuerpo al mover las piernas por un camino recto y suaviza el movimiento de andar, reduciendo el gasto de energía de los músculos de las piernas.

"Aunque oscilar los brazos es relativamente fácil de hacer, su efecto en el consumo de energía durante el paseo es significativo", indicaron los expertos en su informe.

"Más que una reliquia de las necesidades de movilidad de nuestros ancestros cuadrúpedos, el balanceo del brazo es una parte integral de la economía energética del andar humano", concluyeron.

"La Flecha, diario de tecnología y ciencia"


A esa misma conclusión llegué hoy mientras camina al paso de la lluvia... me dije: "porqué al caminar movemos al sentido inverso los brazos y las piernas..." iba concentrada para no mojarme: entre mi mochila, lo forrada que iba y mi paraguas en la mano.... iba mirando al suelo para no pisar los millones de charcos que había (Andalucía se inunda!); que muchas baldosas están sueltas: a quien no le ha pasado, que pisa una de esas baldosas en las aceras tan bien hechas en España, y resulta que no está pegada como debiera estar, y chassss!, te empapas el pie, que para colmo está lloviendo y ya te fastidia de por sí, mojarte.
Porque el paraguas te cubre lo justito... porque cuando cae un aguacero.... te terminas mojando si o si... Porque vas, que si tapando la mochila para que no se te moje el portátil... pero te das cuenta que tú te estás mojando toda por delante...... y cuando te fijas... tienes los brazos empapados! y ahí es donde llegué a mi conclusión.... no quiero mojarme los brazos.... y me dije: "vamos a probar a caminar con los brazos bien pegados al cuerpo", bueno sólo uno, que el otro aguantaba el paraguas para intentar mojarme lo menos posible (como el experimento en EEUU y Holanda, pero yo sola por la calle que salía más barato!).... y me percaté, que sí, "no me mojaba los brazos", pero hacía que mi cuerpo no fuese equilibrado, por el movimiento involuntario del acompañamiento inverso de brazos y piernas, y comencé, sin querer, a ir más lento que antes, y sobre todo menos equilibrada (he de decir, que encima la maleta pesaba lo suyo! más la rebeca y la chaqueta que llevaba a cuestas!).... y me dije: "vale, no me mojo los brazos, pero voy más lento, me peso más a mi misma, como voy a llegar más tarde al coche al final voy a mojarme más.... pues al carajo, esto no funciona!"
Así que, decidí volver a mover los brazos, mojármelos, pero así me era más fácil caminar, iba más rápido y era más liviano.. y sobre todo, llegué antes al coche y así en conjunto me mojé menos.... Aunque cuando llegué al coche, me mojé todo lo que no me había mojado por el camino; porque buscar las llaves del coche con una sola mano, con los guantes puestos (que me los tuve que quitar, porque era imposible), con la mochila a un solo hombre (que cómo pesaba!), con el paraguas en la otra mano, y encima cayendo la de san quintín!! pues claro.... me mojé!!! Y encima mojé mi coche, al entrar como loca, tirando el paraguas al suelo, para dejar de mojarme! Mi pobre coche también sufrió las consecuencias de la lluvia!
El caso, que he de darle las gracias a la lluvia porque me ha recordado que no se puede caminar sin mover los brazos (y pongo "recordar" porque no quiere decir, que a esta conclusión tan banal ha llegado hoy, no, llegué hace tiempo; pero es que hoy tenía su explicación práctica con el efecto meteorológico de la lluvia para no mojarme!)
Queda dicho, que cuando llueva, id lo menos cargados que podáis, para poder caminar rápido y mojaros lo menos posible hasta llegar a vuestro destino! :)