miércoles, 24 de agosto de 2011

Sumergidos en las redes sociales





Los ojos se cierran; hoy no has dormido siesta, madrugaste y por la mañana tocó aeropuerto más viaje... ibas para la cama pero o hay una parada obligatoria antes de sumergirte entre las sábanas, y es Twitter. Al igual que en el desayuno toca leer las portadas de los periódicos (buscando crítica noticiera); al acostarse hay que comprobar que todo sigue como estaba, o si por el contrario hay alguna última hora, y para eso Twitter es la primera fuente de información y actualización, la más rápida ahora mismo; no hay excusa "no me dio tiempo a enterarme".
Pero poniéndonos a analizar un poco... tampoco importa tanto esta tan al día, sólo hablan de crisis económica, guerras en África, elecciones anticipadas, caídas de la bolsa, reformas constitucionales, cambios financieros, ley hipotecaria atascada... con los datos que se manejan yo también querría estar un poco "out" en una isla desierta con mi propio paraíso de yupilandia.


¿A dónde nos lleva la negatividad?
A ningún lado; basta que no la hundas para que te termine comiendo por dentro. Te pasa continuamente, juntarte con gente negativa te apaga el día!
¿Pensabas algo negativo?
-No para nada-, mejor!
La negatividad y los miedos van cogidos de la mano, aunque creamos que son insuperables y parte de nosotros se pueden corregir.


No hay nada más placentero que sumergirse, no oír nada, disfrutar de cada brazada, de como el agua te posee, te da libertad en cada metro de la piscina; es precioso como las luces reflejan tu cuerpo en el fondo de cada loseta; como un pequeño pez sumergido entre tranquilas mareas...
Pero te da miedo ahogarte! no soportas la idea de tocar el agua (territorio que no controlas); te encomiendas a Dios para no morir nunca bajo el agua; rechazas invitación en barco, y de chico los cursillos de natación eran un tormento. Hoy de adulto, no sabes nadas, no pisas la playa (sólo hasta donde llegue el coche) y tus excursiones más lejanas son a montes que carezcan de lagos... Con los años te has convertido en un maniático obsesivo; has dejado que los miedos te coman, y tu lista de terrores diarios aumenta! Como diría la canción "en qué te has convertido!!"


Cree en lo que te de la gana, piensa en Buda o en las estrellas para buscar la fuerza que te falta, supera las inseguridades que no te hacen caminar hacia adelante y te paralizan cada mañana... porque cada día mal vivido es un día agotado y desperdiciado.
¿Te merece la pena?
Despierta! Espabila! Busca una motivación! Rodéate de gente positiva y optimista! Si tu grado de inseguridad y miedos te lleva a no tener comportamientos "normales" busca un sicólogo para que te ayude a superarlo. Aprende a disfrutar de los pequeños placeres que crean sonrisas. Diviértete y ríete de ti mismo, y déjate de tonterías malgastando tu vida.


Hoy, dos años después; la cafetería está abarrotada, esperas a una chica con la que llevas riéndote e intercambiando opiniones 6 meses a través de Twitter; tu sicólogo te aconsejó rodearte de noticias positivas; gente cotidiana (con buenos y malos días como todos); cercanía para que no te sintieras solo; actualidad, debate y risas para mantenerte entretenido y ocupado; personas con las que compartir sin pedir nada a cambio... y así te creaste una cuenta en la red social. Ahora estás esperando en la cafetería del paseo marítimo a pie de playa (con grades vistas al mar, al agua!) a una chica, que sin verla, ya es parte de tu vida ;)



jueves, 18 de agosto de 2011

Lucía y Leo


Sabía su nombres sin conocer sus rostros; ya sabía como serían: dulces, inocentes en los primeros años, rebeldillos en las comidas, tiernos en cada siesta, risueños con cada risa; juguetitos andantes e inquietos con cada descubrimiento diario.

Sonrisas mañaneras entre bostezo y bostezo, la parejita me ha vuelto a despertar; tocará cantarles una nana para que reconcilien el sueño y yo con ellos.
Nunca pensé que habría forma más agradable de despertarse y acostarse cada mañana, aunque fuesen a lloros; mejoraban los antiguos ronquidos de mi padre y el mal despertar de mi hermano.


El tiempo pasa tan rápido y los años con él, parece que fue ayer cuando aparecieron mis dos tesoritos en mi vida y hoy ya cumplen ocho años.
Aún me cogen de la mano mientras paseamos por la playa, uno a cada lado; la orilla nos moja mientras la arena nos hunde los pies; me rejuvenecen diez años con cada momento del día que paso con ellos.

Ello me hace recordar todos aquellos interrogantes que aparecían cuando ya los sentía en mi tripa; preguntas sobre si hacía lo correcto; si aunque no fuese el mejor momento estaría preparada; si sabría hacerlo...; tantas dudas se amontaban que los miedos se multiplicaban! Hoy existen de alguna manera, pero en menor medida, sólo en la responsabilidad de ser mami. Pero todo desapareció el día que vinieron a éste mundo, el día más feliz de mi vida; no lo cambiaría por nada.


Aunque vinieron por dos y partida doble, hoy son las dos causas por las que cada día me levanto sintiéndome la persona más afortunada del mundo, dejando los problemas y las crisis a un lado e intentado dar lo mejor de la vida, los sueños y los deseos a dos peques; y como dice el tópico "seguir adelante sola acojona", pero la primera patadita en el vientre te recuerda que ya ha merecido la pena; conseguirás salir adelante siendo mami soltera. Ánimo, será tu mayor recompensa ;)





martes, 16 de agosto de 2011

Charlas internas



Pasaban horas que se me hacían eternas,
eterno el tiempo sin verte, sin sentirte.

Sonaría a repetirme, a palabras sonadas o ya dichas, pero a pesar de haber necesitado mi tiempo en épocas anteriores, ahora parece todo distinto;
haces que sea fácil, bonito y llamativo,
que las ganas sean naturales,
que las cerraduras se rompan,
y las puertas se abran.

No quiero que quede poético, romántico o bien sonante,
no quiero enamorarte o que mañana me quieras.
(lo forzado no es querido)
Todo ello hubiera sido con el otro yo, pero ahora todo es diferente; yo he cambiado
(o eso intentas)



Necesitaría un abrazo, pero hago por no necesitarlo;
necesitaría un beso, pero hago por no extrañarlo;
necesitaría una atención, pero olvido que estoy.
(como te engañas)

Los años pasan y con ellos peter pan desaparece;
¿cuándo te hiciste adulta?
¿dónde está la enamoradiza entregada?
¿dónde está la hija que necesitaba de su madre a todas horas?
¿y la persona que no sabe ni entiende todos los porqués?
(en realidad todas ellas siguen en tí)

Se ha perdido entre gélidos rascacielos recubiertos de interrogantes y sentimientos estrompados; ¿encontraré la respuesta?
(ya la sabes: la moderación y el equilibrio)



No debo exigir porque se alejaría,
no debo ser caprichosa porque me ignorarían,
no debo llamar la atención porque no me entenderían.

Simplemente tengo que apagar la luz, encender la música y parar de pensar.
¿es verdad que los ignorantes son más felices?;
¿es verdad que quien sabe jugar al ajedrez ganará la batalla?;
¿es verdad que no hay nada escrito?
(ya lo has hecho, estás pensando de más!!)

Con la luz apagada, una música que da vida y compañía, un ojo lloroso y una sonrisa entre mofletes
(esa sí eres tu, una loca emocional)

Debo ser una adulta convertida en niña;
una hija que da achuchones y besos incluso a los 40;
una chica que se enamora sin medir cada palabra o acción;
una trabajadora que actúa y no tiene miedo a equivocarse.
(Y ahora sí te lo has dicho todo!)



Así somos las mujeres,
nos lo comemos y nos lo guisamos nosotras solitas;
tenemos un mal día y amargamos al resto;
estamos contrariadas y fastidiamos a los nuestros;
nos sentimos hormonales y atormentamos cuando ni nosotras nos entendemos.
Déjate de tanto rollo y DISFRUTA
da un beso a quien quieras,
di un te quiero si lo sientes,
un achuchón cuando lo necesites,
y regala una sonrisa porque harás que tu yo interno también sonría.



Por Aitana González, una marciana más del mundo femenino.



lunes, 15 de agosto de 2011

Un escenario, una historia



El escenario era el siguiente:
Una pequeña libreta de hojas amarillentas, un viejo bolígrafo mágico sin tinta que aún escribía, un sol radiante y una fuerte brisa que se convertía poco a poco en un huracán que cabreaba al mar. Mar que se adentraba en la abrupta y porosa roca donde nos encontramos; un mar que de azul se transformaba en una espuma blanca revuelta, se llevaba todo lo que encontraba a su paso.

Mareas que no cesaban y un océano nada en calma. En él pequeñas hormigas humanas sesgaban las olas, con sus grandes cometas y robustas tablas; impresionaba el control que poseían con cada cresta de las altas olas, el viento que les conducía y, todo ello, con una majestuosidad entre salto y salto (digno de admirar).

Pocas personas se avistaban a nuestro alrededor, poco había, sólo el ruido del viento que nos envolvía y una costa que nos atrapaba con cada ola que nos cerraba el paso; pero aunque parecía que el miedo pudiera aparecer por cualquiera de las esquinas, todo lo contrario había: pura tranquilidad, envuelta en la acción de la libertad, de la fuerza de la naturaleza, de un cielo azul-grisáceo, un mar blanco y un ruido que hacía no sentirse sola; inclusive, la marea que nos comía terreno en la roca...






El bolígrafo está fallando, le falta tinta; y las hojas se gastan con cada palabra que escribo; dejaré alguna en blanco para la próxima ocasión, que es la hora de la comida y las enfermeras se enfadan si ven que hago demasiados esfuerzos escribiendo... mañana seguiré redactando una de las tantas historias.



sábado, 13 de agosto de 2011

Mal humor



Quien no ha dicho “¡tengo un mal día!” y te preguntan – ¿por qué?, ¿qué te pasa? – y respondes, “no me pasa nada, déjame”.



Está claro que por la respuesta, que muy simpática no estás; pero ¡qué más da!. Es decir, si tu mal humor no afecta al resto, porque no faltas al respeto, no insultas, sino simplemente no respondes con una sonrisa y de forma simpática, sino que eres seca y poco agradable; lo mejor no sería evitar a esa persona hasta que a ella sola se le pase.


La tendencia es solucionar todo, crear un clima confortable y agradable, pero si uno de los sujetos no está por la labor… ¿por qué forzar las cosas?. No pueden existir 365 días perfectos, quien diga que siempre está de buen humor, miente. Y tiene su lógica, somos como una variable en una gráfica, que ni la más perfecta de ellas sigue siempre las mismas coordenadas.

Somos imperfectos y ahí es donde está la perfección, tocar los extremos de dos puntos equilibrando la balanza, superando uno mismo los estados de ánimo que no gustan; pero no por la presión que pueda ejercer un tercero, porque esa persona también tendrá sus días y querrá superarlos a su manera, sin (como se suele decir) “que le den el coñazo”.


Lo que está claro, que como todo, esta “regla” tiene sus límites, de hasta dónde y durante cuándo tiempo puede durar ese mal humor o estado de ánimo no tan agradable; porque el resto que vive a nuestro alrededor no tiene culpa y no tienen que aguantar determinados comportamientos salidos de tono. Pero considerando un mal humor típico, como; un mal despertar, una mala digestión, un dolor de cabeza, un malestar general, un cabreo telefónico puntual, una discusión concreta, una metida de pata, algo que no sale como uno quiere, una respuesta u acción inesperada… y así mil comportamientos.

Cada uno tiene su respuesta y tiempo de reacción, y aquí es donde entra la tolerancia, la empatía y el respeto de los estados de ánimo; no todo tiene que girar en torno y para uno; por ende, si la persona que tenemos en frente está de mal humor, dejémosle su espacio hasta que se le pase, es la mejor manera de evitar enfrentamientos sin salida e innecesarios. Además, cuanta menos importancia se les de a los malhumorados y hagamos de la cotidianidad y el buen rollo el uso, terminará sacando una sonrisa como ésta :D


Como último apunte; nunca le insultéis o le comparéis con alguien que detesta o utilicéis la burla para intentar que al le quite el “supuesto cabreo que tiene” que tú no entiendes, porque lo único que conseguirás es que un simple y pasajero mal humor se convierta en un gran cabreo sin sentido.

Así somos de complicados, pero todo se soluciona de una manera más sencilla de la que creemos: no intentando solucionar nada; actuar como siempre, con naturalidad y como apetece. Y recuerda, no le achaques que tiene un mal día, porque quizás seas tú quien lo tenga mañana y querrás que esa persona sí sea comprensiva y tolerante contigo; así que empieza por serlo con ella, que para recibir hay primero que aprender a dar.

Pd: te regalo una sonrisa y un deseo de buen humor para lo que queda de día :)


viernes, 12 de agosto de 2011

El amor



Mil sonetos te escribiría,
mil palabras te diría,
y mil cosas me callaría.

Tan sólo no quiero apartarte,
quiero que aguantes a mi lado,
que no tengas miedo y no huyas.

Conseguir el objetivo de tenerte,
tener el valor de conseguirlo,
porque significará, que yo aún estaré aquí.

Ser capaz de crear una vida,
de soñar entre amanereces y,
enloquecer cuando se ponga la luna.

Atraparte por siempre y que vuelvas conmigo,
volverte loco de pasión,
adoración a lo pequeño,
mientras pienso, como esta noche te haría el amor.



En la lumbre




Las llamas se encienden desde que las prendas o les das mecha, pero no aseguras su permanencia; desconoces el tiempo de alumbrado o de calor; sólo sabes que mientras esté será la luz que alumbre tus noches, el calor que necesita tu piel, y el fuego que encienda tu pasión.

Podría serlo todo, la llama que conserva viva el espíritu, esa que se mantiene constante, fija en un punto, fiel en espacios infinitos, permanente en el tiempo; un tiempo ahora atrapado, paralizado por el calor que transmites a kilómetros de distancia.

La mecha en forma de llamada que suena cada mañana y que cada noche da las buenas noches; eres la llama que ahora está, que alumbra la habitación desde la recámara, que se asoma ante cada suave suspiro; llama que poco a poco se apaga, con cada suspiro que no está; desaparecen ante la ausencia en la cama; ya no alumbra, ya no calienta, ya sólo me escuece por dentro, el frío me abruma ante una vela más que se apaga.


jueves, 4 de agosto de 2011

Palizas que marcan
















No consigo recordarte,
años de vida al olvido,
el olvido del que formas parte.


Imágenes borrosas a un difuso rostro,
no alcanzo tu sonrisa,
no veo tus lágrimas,
tus expresiones no están.


Será porque nunca estuviste,
porque nunca compartimos,
porque sólo me tocabas para pegarme,
para demostrar que eras el que mandabas.


No existen portarretratos de nuestros viajes,
porque nunca salimos;
no hay detalles llenos de polvo,
porque no me regalabas.


Sólo hay partes médicos y,
cicatrices de tus palizas;
dolores que cada día intento olvidar,
desaparecen con el día que no te recuerdo.


Hay pasados que desaparecen,
que se olvidan o se llevan a la tumba;
para mi estás muerto,
yaciendo bajo tierra,
lugar del cual no saldrás.


Estoy a salvo de tus manos,
estoy a salvo con mi nueva vida,
a salvo, de ti.



martes, 2 de agosto de 2011

Algo inesperado















No se como, pero ocurrió; no se cuando sucedió;
aparecías en sueños sin saber quien eras;
estabas entre mis deseos sin aún existir.

Sabía que te conocería, aunque desconociese el momento;
fue extraño cuando ocurrió, tan sólo sucedió;
no se como, no se cuando; pero te conocí.



Hay situaciones que no se explican;
sólo situaciones que se disfrutan;
momentos que se agotan, momentos que se culminan.

Eran más que segundos y minutos;
eran suspiros que se agotaban y pasaban;
respiraciones robadas en anhelos desconocidos.



Lo grande comienza por lo más pequeño,
lo efímero se convierte en importante;
y nuestros ratos se hacen infinitos.

Te echaré de menos sin saber porqué;
el porqué de todo lo que siento;
de todo lo que te muestro y recibo.



No imaginé que lo no buscado llegaría;
no pensé que al final te encontraría;
simplemente no sabía cuanto sentiría.

Hoy el corazón sólo palpita ante cada mirada;
Cada silencio es una nueva transmisión;
Cada caricia una nueva sensación.



Te deseo, me apasionas, me conquistas;
sólo el tiempo dará el te quiero;
ahora tienes mi tiempo, quizás consigas tenerme.