miércoles, 2 de marzo de 2011

Ademanes de la vida


No son palabras; es una gota que tropieza contra el suelo, burbujas en aguas cristalinas, un suspiro que sale entre los labios, la hoja que vuela sin caer, la mota que acompaña en la ropa, pétalos que brillan en la esfera, un suspiro que corre entre lágrimas, el gesto que ciñe la sonrisa, la textura que envuelve las manos, la brisa que airea los días, los rayos que esclarecen los caminos, la penumbra que enternece los momentos, la compañía que no abandona, la risa que deleita las horas, el brillo que vislumbra miradas... ademanes que colman de vida.

Y si mañana no estás...


Y si se acabara mañana, hubieras hecho y dicho todo aquello que querías; se han quedado cosas a medias, historias sin terminar, conversaciones sin un fin, palabras no dichas, abrazos no dados, te quieros no pronunciados, perdones olvidados...

Se tiende a dejar todo para mañana, el miedo, el rencor o el pasotismo se instaura en el ahora y se descuida para otro día lo que se puede solucionar hoy. Siempre se espera al mejor momento, a que la otra persona esté receptiva a que todo sea idóneo; pero y si cuando llega ese instante ya es demasiado tarde.

No es mejor arrepentirse de haberla cagado porque te apresuraste o te lanzaste al vacío que haberte quedado con todas esas emociones dentro de ti, que jamás pudiste expresar y que nunca llegó a saber. Pero y si no te tienes que arrepentir de nada, porque realmente lo que esa persona estaba esperando es que hablaras, le expresaras lo que él/ella no sabía; que tiempo precioso perdido y cuanto hay que recuperar...

Y no son las típicas frases de "enjoy yourself" "carpe diem" "disfruta el ahora", es la vida, y mientras se tenga vida, hay que vivirla, disfrutarla, no malgastarla ni desaprovecharla, y compartirla con los que queremos y por quien apostamos; para que cada día nos levantemos y nos acostemos con una gran sonrisa y con ojos llenos de brillo porque hemos tenido un buen día y hemos hecho todo aquello que nos apetecía.