Pasaba lo mismo con tus palabras, rebotaban entre las paredes avivando la pasión del momento; pero sólo eran letras que no llegaban a más...
Cuando te ibas guardaba cada uno de las sensaciones hasta la próxima vez, deseando que fuesen más a menudo; de no tardar en olvidarte porque ya estarías aquí...
Metía en cajitas cada cosa que sentía para que no se perdiera en la nada, mientras tu dejabas la ventana abierta para que nada quedara...
Realidades opuestas encontradas en lo que eran instantes mágicos, apurando hasta el último segundo, como si el fervor fuese a apagarse, desapareciendo el día de mañana...
Mientras para ti, era una noche conmigo, para mi era expresión de sentimientos, de un disfrute sin límites, dejando volar mis sentidos; porque era algo más que cama, era amor que no quedaba en nada...
Qué ingenua fui alimentando mi alma, dándole alas para que cogiera su vuelo; un vuelo nauseabundo que no tuvo destino; sólo un duro choque contra la realidad terrenal...
Ya no estuviste más noches, aquella farsa acabó; nunca llegaría a nada y lo peor es que tu lo sabías mientras yo sola soñaba...
Ya hoy no sueño, demasiadas veces creyendo en que encontraría algo más... que algún día irías más allá de una cálida noche alimentando tu gozo e interés personal...
Cuándo llegará el día en que no mostrarán lados afables con el único interés de conseguir el frenesí tan buscado... sino simplemente se muestren porque seas tú, en tu plenitud, la que intereses...
Entretanto... muchos pájaros sobrevuelan e intimidan alrededor... yo sigo nadando entre aguas cristalinas mientras nadie me invade; simplemente disfruto y sobrellevo todo lo que viene a mi paso...
Quién sabe, ¡quien un día aparecerá...!
