lunes, 10 de octubre de 2011

Un día en Madrid




Volando entre nuevos lares, con nada de tiempo. Suena el reloj y hay que ponerse en marcha, aunque mantenga los ojos cerrados, sigue sonando; lo tengo tan interiorizado que incluso mi reloj biológico se despierta antes de tiempo, y ¡como para no hacerlo...! la luz que entra por las estores blancos poco protegen del amanecer, así que no queda otra que levantarse, y por otra parte, porque me quedaría sin trabajo nada más empezar (y quedaría un poco feo!)
Las primeras dudas del día surgen con la climatología, no es un simple ¿qué ponerme? es un, -voy a morirme de frío durante 5 minutos hasta llegar al metro y a asarme de calor hasta salir de él- y repetimos -volver a helarme hasta que llegue la hora del mediodía y el sol nos cruja- es super divertido en realidad, pasas por casi todas las estaciones del año en horas!

Una de las cosas más curiosas del día, son los momentos en el Metro, un lugar variopinto y curioso; se podría escribir un libro tan sólo observando a "los especímenes" dícese de personas un tanto extrañas que se encuentran en el transporte público, aunque también hay personas "normales" (no sabría como definir el término, o mejor decir "anormales" porque ¿qué es lo normal? dejemoslo ahí), inclusive se podría encontrar al amor de tu vida, es un sitio idóneo para cruzar miradas. Imagínate, coges el Metro todos los días (entre semana claro, gracias a la jornada laboral libras los fines de semana, por ahora!) y como tú lo harán cientos de personas, entre ellas el amor de tu vida, ese guapo y apuesto chico con el que te cruzas en la línea Naranja destino "Avenida América". Te lo has encontrado las suficientes veces como para tenerlo calado, él sabe que le miras, pero, total, ¿qué pierdes? nada. Con el paso de los días incluso le sacas alguna sonrisa, vete a saber en qué acaba todo esto, si es que hasta en el Metro se liga!!!

Es como cuando vas por la calle observando la cantidad de grandes edificios que te rodean, cada unos de los negocios que te pillan de camino y quién como tu hace tu recorrido; es singular mirar cada día como si fuera el primero, porque siempre hay algo que te sorprende; llegas al punto de memorizarte los nombres de los locales por si un día necesitas tirar de ellos; quién sabe, quizás el chico del metro te diga de ir a tomar algo y puedas sugerirle algún sitio! ;)

Si es que Madrid esconde lugares insospechados, puedes hacer de todo, comer la comida que se te antoje (hay todo tipo de Restaurantes), visitar Museos, ir al Teatro, al cine, a exposiciones que en otros lugares nunca llegarían (aunque si tienes compañía es más entretenido), hacer picnic en el Retiro o en el parque al lado de tu casa, hartarte de ir de tiendas (y quedarte sin el presupuesto del mes)... suena genial verdad! pues ála, aún no he hecho nada de eso, porque después del curro llego muerta a casa, y como nadie me hace la comida, toca cocinar, dormir media horita (es lo que tiene acostarse tarde), además poner "Amar en tiempo revueltos" te garantiza la siesta; y después entre que ya es media tarde, que toca estar actualizada (eso conlleva, ver los informativos al mediodía si llegas o sino los 24horas; leer los periódicos y si hay tiempo escuchar la Radio) y si te has llevado trabajo a casa, hacer reportajes o buscar información... pues ya estamos en la hora de la cena. ¿Que me paso el día comiendo? No os creáis, como menos de lo que me gustaría, entre otras porque no tengo tiempo ni de parar a mitad de mañana a desayunar (¿serán normas implícitas de la empresa para que adelgace? :O mejor no pensarlo!)

Y llegamos a la hora en la que tras ducharme me siento delante del ordenador para deleitaros con nuevos posts! ;) y es aquí, ahora, donde me encuentro; aunque en realidad desde que lo publique probablemente esté haciendo otra cosa y ya dé por concluido un día por Madrid! :)