domingo, 5 de septiembre de 2010

Un beso




Tocar su rostro sintiendo el espacio que separa las yemas de tus dedos de su deseada piel;

respiraciones profundas con un corazón acelerado que no para;

la vista se adentra en esa mirada anhelante que te dice tanto sin poder escucharlo;

mientras tus labios mojados por tu saliva ansían sentirle...

Abres los ojos, y sigues esperando a que ocurra.