jueves, 18 de agosto de 2011

Lucía y Leo


Sabía su nombres sin conocer sus rostros; ya sabía como serían: dulces, inocentes en los primeros años, rebeldillos en las comidas, tiernos en cada siesta, risueños con cada risa; juguetitos andantes e inquietos con cada descubrimiento diario.

Sonrisas mañaneras entre bostezo y bostezo, la parejita me ha vuelto a despertar; tocará cantarles una nana para que reconcilien el sueño y yo con ellos.
Nunca pensé que habría forma más agradable de despertarse y acostarse cada mañana, aunque fuesen a lloros; mejoraban los antiguos ronquidos de mi padre y el mal despertar de mi hermano.


El tiempo pasa tan rápido y los años con él, parece que fue ayer cuando aparecieron mis dos tesoritos en mi vida y hoy ya cumplen ocho años.
Aún me cogen de la mano mientras paseamos por la playa, uno a cada lado; la orilla nos moja mientras la arena nos hunde los pies; me rejuvenecen diez años con cada momento del día que paso con ellos.

Ello me hace recordar todos aquellos interrogantes que aparecían cuando ya los sentía en mi tripa; preguntas sobre si hacía lo correcto; si aunque no fuese el mejor momento estaría preparada; si sabría hacerlo...; tantas dudas se amontaban que los miedos se multiplicaban! Hoy existen de alguna manera, pero en menor medida, sólo en la responsabilidad de ser mami. Pero todo desapareció el día que vinieron a éste mundo, el día más feliz de mi vida; no lo cambiaría por nada.


Aunque vinieron por dos y partida doble, hoy son las dos causas por las que cada día me levanto sintiéndome la persona más afortunada del mundo, dejando los problemas y las crisis a un lado e intentado dar lo mejor de la vida, los sueños y los deseos a dos peques; y como dice el tópico "seguir adelante sola acojona", pero la primera patadita en el vientre te recuerda que ya ha merecido la pena; conseguirás salir adelante siendo mami soltera. Ánimo, será tu mayor recompensa ;)