Y sí, los momentos con mis hijos son maravillosos, y lo fantástico es vivir con energía, pasión y fuerza cada momento nuevo. Pero crecen tan rápido, que el día de mañana la nostalgia hará que desgraciadamente ese pasado maravilloso lleno de vida, no los recordemos con esa claridad que nos gustaría.
Doy gracias, porque soy dueña de mi tiempo, de mi tiempo con ellos. De desear que estén conmigo, salir al parque, jugar, hacerles miles de preguntas para que me cuenten la realidad de su vida en el cole, o echarme en el sofá mientras les machaco a besos y abrazos. Porque sé que, sanamente, el día de mañana cuando sean adultos querrán pasar su tiempo con otras personas. Pero hoy, soy yo la afortunada de disponer de todo su tiempo para mi. Y de ser así, la mujer más feliz del mundo, aunque termine cansada y agotada, cada día merece la pena sacar toda mi energía, aunque mi cuerpo a veces me lo impida.
Mi mejor regalo , el tiempo con mis hijos.