jueves, 17 de febrero de 2011

Siempre estás tú




Atiendes mis habladurías;
acompañas mis horas libres;
compartes mis chifladuras;
... y es que siempre estás tú, estás tú

Contestas a mis llamadas;
tienes siempre unas palabras;
eres hombro de mis lágrimas;
... y es que siempre estás tú, estás tú

Seguimos sueños comunes;
participamos en ilusiones;
vivimos en nuestro limbo;
... y es que siempre estás tú, estás tú

Regalas siempre fuertes abrazos;
llegan volando sacos de besos;
nunca faltan cartas sinceras;
... y es que siempre estás tú, estás tú
... y es que siempre estás tú, estás tú...

Extremos












Los amores que no son correspondidos, te miran y para ti ni siquiera existe, mientras tu acechas a otro que ni sabe que le sigues. Besar labios equivocados, un abrazo de manos no sentidas, miradas discordantes, sonrisas tensas, relojes que no se aceleran, días que no transcrurren; pura eternidad.

La relatividad de la balanza.....

Cuando te llega; el beso te sabe a poco y le robarías los labios; el abrazo lo guardas para que te haga compañía junto al lado de la cama; la mirada te lo dice todo como si las palabras fluyeran sin ser pronunciadas; el reloj se acelera como si se acaba el tiempo, los días desaparecen en el calendario; el tiempo se agota.

No te puedo echar


Llamas la atención a larga distancia, haces que no te olviden, que te graben en sus cerebros; que llegues a ser deseable, incluso una tentación a manos prohibidas; gustas hasta al menos indeseable...


¿Por qué naciste? ¿por qué existes?


Todo iba bien hasta que comenzaste haciendo daño, provocaste épocas de expertos en mi vida; me recordabas día a día que no me ibas a abandonar tan fácilmente.

Llegaste hasta tal punto que me hiciste pasar unos meses muy duros (ya no los recuerdo, te borré de mi memoria); y cuando parecía que nuestra relación iba bien, volviste a la carga sin pedir permiso o esperar otro momento más oportuno!

Yo no te elegí, pero estás en mi vida, y no puedo echarte; así que hagamos por llevarnos bien y no me importunes, que yo no lo haré.

Sola ante la luna












Ámame como si fuera tu primer y último amor;
dibuja mi cuerpo en el tuyo;
roza, siente cada extremo de mi piel hasta que no olvides un cm de mi cuerpo.
Mis labios húmedos junto a los tuyos, como si de un océano se tratara.
Cielo de nubes donde poder flotar mientras duermo;
migas de pan que no te hagan perder mi rastro;
olores que fluyen recordándome a cada instante que no has desaparecido.
.................. ................ ............... .............. .......... ........... ........ ..... ....... ... ... ... .. . .

Pero ahí estoy, sólo me alumbra la sombra de la media luna, sola ante ella me acompaña; para ti no fui el sol que iluminaría tu camino, el anhelo de cada mañana, la sonrisa de cada día, una compañía en altas horas.... aquí sigo, sola junto a la luna.