martes, 7 de febrero de 2012

Quiero arreglarlo




Incluso en el momento en que no te entiendo, el instante en que no me ves, que estamos cabreados y no nos hablamos, incluso ahí me muero por abrazarte, por decir "lo siento" sin saber porqué, por decir "quiero arreglarlo" aunque no sepa el qué... Solo deseo que estemos bien y que me abraces.

Me apetece sonreír y no puedo, me apetece mirarte y te evito, me apetece besarte y te rehuyo...necesito sentirte y rozar cada una de las partes de tu cuerpo junto al mío.

¿Por qué perdemos el tiempo? ¿En qué momento nos cabreamos? Y lo más estúpido de todo... ¿Qué hacemos que no lo arreglamos?

No siempre encontramos las respuestas cuando las buscamos, no siempre se usan las palabras más adecuadas o el tono que esperamos... Lo cierto es que todo sale al revés de lo que en realidad se siente. 

La rabia, el despecho o el cabreo dura el momento de explosión, de desahogo con el otro, pero pasado ese instante, pasó... No quieres que haya orgullo, ni que mañana os sigáis sin hablar... Sólo quieres arreglarlo, y dormir esa noche abrazados y levantarte al día siguiente con un beso mientras cree que duermes.

¿La solución? En el amor, en el amor y el cariño que os tengáis, en la flexibilidad de ambos, en ceder hasta el punto en que funcione y te compense, hasta el momento en que la balanza se equilibre. En el momento en que forméis una familia y haya pasado el tiempo...en el tiempo, de estar juntos.