Vamos como transeúntes, con el pie puesto en el acelerador, corriendo a todas partes, algunos incluso dando tumbos; a veces sin rumbo y otros sin embargo, con un mapa casi inquebrantable.
No paramos ni un segundo, no observamos ni escuchamos, dejamos de saborear...y algunos de disfrutar.
El tiempo va despacio y tu pasos son otros, tu interés se ha roto y sin darte cuenta has dejado de ser quien eras. Te cuesta reconocer tu rostro, tu imagen ha envejecido y los años ya no perdonan un descuido.
Ciclos, etapas... 80 años de una vida que desaparece sin avisar, años que recuperarías; tiempo que pagarías y que ahora no tienes.
Tiempo, medida que desaprovechamos y un día anhelamos;
¿qué harías cuando te faltaran los minutos, los segundos que te dan el aire, los latidos que te hacen sentir?
Se mortal esta Navidad y aprovecha cada segundo; la inmortalidad por ahora es muy lejana; no dejas para el próximo año lo que podrías hacer en este.
Visita a la familia que tienes pendiente; come hasta hartarte degustado cada plato; baila, canta y ríe hasta que tu cuerpo no pueda más; viaja si puedes permitírtelo; coge ese avión y da una sorpresa a la mujer que quieres; come cada uva pidiendo el mayor de los deseos.
Hazlo como quieras, pero goza y aprovecha cada fecha como merece, como si fuera la última, así no habrá duda de que no malgaste tu tiempo.
¡Felices Fiestas y Próspero Año a todos!
Mis mejores deseos para el 2012