domingo, 3 de abril de 2011

Marcianos en sociedad



Hay muchas veces, determinados de nosotros, que nos sentimos "marcianos en la sociedad"; inmersos en conversaciones vacías, sin contenido, incluso aburridas... que cuando se aporta un comentario, las caras de sorpresa, asombro, e inquietud ante nuestras palabras... se aclaman a nuestro alrededor!

Te tachan de "loco, chiflado", de que tú mismo te entiendes porque el resto no lo hace... no eres excluido porque formas parte del grupo; sabes y puedes adaptarte sin problema, eres versátil, amoldable; como un camaleón cuando cambia de tonalidad, o cuando un super héroe se pone su capa... todo es cuestión de creérselo y de saber estar.


Pero el subconsciente te traiciona, de tal forma que la mente se evade; es como una especie de "ya?, te queda mucho"... tu cabeza está en otra cosa, no trabaja en la conversación, no lo necesita; es más te aburre, y te dan ganas hasta de marcharte y preferir estar solo; sonríes, miras el reloj y sueltas -me tengo que ir lo siento-, tu tope de relaciones superficiales ha llegado a su fin por hoy.

¡Hacer trabajar al cerebro!, e ahí la cuestión. Sentir que sirve para algo lo que tienes dentro del cráneo, que es algo más que una "masa gris llena de neuronas e interconexiones".
Cuando piensas, esfuerzas el seso... tu inteligencia, ingenio, razón... tu capacidad se multiplica en razón de segundos... obtienes vida cerebral! Eres un poco menos viejo!


No hay que dejar morir en el olvido la capacidad cognitiva (los procesos mentales implicados en el conocimiento), hay que mantenerla viva, activa... a tope! es como cuando estudias, o estás muy concentrado en algo que te gusta adquiriendo conocimientos... esas sensaciones se pueden encontrar en las conversaciones sociales... con un hermano, un buen amigo, una buena amiga, una madre, un padre, un conocido, un casual de un día cualquiera... Cuando menos te lo esperas surge!

No eres ningún bicho raro, no eres un marciano en la sociedad; no eres el único de tu especie... hay más como tú! sólo es cuestión de dar con ellos, tropezártelos... sabrás cuando alguien habla tu idioma, os lo haréis saber en los primeros segundos del coloquio... y ahí recapacitarás y, te darás cuenta de que no estás sol@.