jueves, 9 de febrero de 2012

Dos hemisferios


Hace tiempo mi hemisferio derecho, mis emociones, mandaban sobre mi, me dejaba llevar... 

Sentía, daba hasta quedarme sin nada, era tan cariñosa que podía parecer pegajosa, cada detalle no era suficiente para demostrar... el todo lo era poco.

Esa persona se escondió tras un escudo de heridas, tras malas vivencias o sentimientos dañados que le hicieron cambiar. Reservó su hemisferio derecho solo a quien lo mereciera, solo en quien confiara y supiera que no le haría daño.






Ahora su hemisferio izquierdo, la racionalidad, forma parte de su día a día, desarrolla aptitudes que no tenía, siente con cautela y no sufre porque se protege.

Detrás de los escudos y barreras sigue siendo ella... Pocos lo saben, pocos han conseguido sacar ese corazón que se tocaría con la mano, ese amor que regalaría sin recibir nada a cambio.


Se protege, pero ahí está, más fuerte e inteligente antes los demás, pero emocional y puro sentimiento con aquellos que realmente la quieren... dispuesta a amar.



martes, 7 de febrero de 2012

Quiero arreglarlo




Incluso en el momento en que no te entiendo, el instante en que no me ves, que estamos cabreados y no nos hablamos, incluso ahí me muero por abrazarte, por decir "lo siento" sin saber porqué, por decir "quiero arreglarlo" aunque no sepa el qué... Solo deseo que estemos bien y que me abraces.

Me apetece sonreír y no puedo, me apetece mirarte y te evito, me apetece besarte y te rehuyo...necesito sentirte y rozar cada una de las partes de tu cuerpo junto al mío.

¿Por qué perdemos el tiempo? ¿En qué momento nos cabreamos? Y lo más estúpido de todo... ¿Qué hacemos que no lo arreglamos?

No siempre encontramos las respuestas cuando las buscamos, no siempre se usan las palabras más adecuadas o el tono que esperamos... Lo cierto es que todo sale al revés de lo que en realidad se siente. 

La rabia, el despecho o el cabreo dura el momento de explosión, de desahogo con el otro, pero pasado ese instante, pasó... No quieres que haya orgullo, ni que mañana os sigáis sin hablar... Sólo quieres arreglarlo, y dormir esa noche abrazados y levantarte al día siguiente con un beso mientras cree que duermes.

¿La solución? En el amor, en el amor y el cariño que os tengáis, en la flexibilidad de ambos, en ceder hasta el punto en que funcione y te compense, hasta el momento en que la balanza se equilibre. En el momento en que forméis una familia y haya pasado el tiempo...en el tiempo, de estar juntos.


domingo, 5 de febrero de 2012

A cinco minutos

El tiempo es tan preciado que a veces no lo valoramos.

El momento en que 5 minutos te dan la vida, la oportunidad, la esperanza, tu primer beso, la mirada que buscabas, un abrazo que anhelabas...

El tiempo justo para no llegar tarde a una cita; para demostrar que vales y mereces una oportunidad, para no dejar escapar ese tren que no volverá a pasar.

Cinco minutos, trescientos segundos... un sin fin de respiraciones....
Un suspiro, el reloj marca la hora.

Es el momento de hacerlo bien, de no meter la pata, de ponerse serio y demostrar que eres el mejor. Aunque te coman las dudas o el miedo.... sabrás enmascararlo de tal forma que te crecerás, sacarás la seguridad que llevas dentro y harás que el puesto sea tuyo.

¿Qué pierdes en intentarlo?  No podrás volver atrás. En el instante que te pares a pensar, a razonar la situación... Ya habrá pasado. Será demasiado tarde y alguien habrá ocupado tu lugar.
No lo permitas, no dejes que se apague la ilusión, ni que nadie te robe las ganas, ni haga desaparecer esa llama que te hace luchar cada día por tus sueños.

Cinco minutos, eso han parecido... Que mas da el cuánto, ya ha pasado. 

Estuviste frente a él, demostraste tu entusiasmo y ganas de trabajar, tu formación y capacidad.  Lo diste todo, saliste sonriendo y con un apretón de manos. 
El tiempo que esperas que pase, para que en una llamada y tras cinco minutos, te comuniquen que el puesto es tuyo.

"Felicidades comienzas a trabajar con nosotros".