Tras la espera suele llegar la calma...
Necesitabas sentirle, tocarle, que disfrutara de tu cuerpo como estabas deseando, oler su aroma, jugar con sus labios, observar su figura, acariciar su cuerpo.... como un desconocido al que querías... pensabas -no te involucres-... pero tus manos temblaban y por tus mejillas caían lágrimas de... puro sentimiento, emoción, coraje, rabia... nunca te había pasado, pero no puedes controlarlo. Tus ojos brillan en la oscuridad mientras se asoma una sonrisa entre melancolía y felicidad; no quieres apartar la mirada para inmortalizar el momento, apoyas tu cabeza sobre su pecho para sentir su corazón más cerca de ti, mientras respira profundamente... mil te quieros salen de tus pensamientos, pero te contienes y dejas que el silencio invada el momento para no estropearlo.
Hubieras firmado ese instante por días, que la magia no se rompiera, que el disfrute formara parte de tus horas, y se alargara en el tiempo, donde sólo estuvieran él y tú.
Sin embargo, los "polvos mágicos" se agotaron, apareció la realidad, y ya no estabas tu sola en el sueño, aparecieron más personajes que poco a poco te quitaron protagonismo, pasaste a un segundo plano, donde la "tolerancia y la comprensión" aparecían en tu guión.. no te pudiste contener y mil trocitos de papel volaron por el espacio... querías tener el papel principal y ser la protagonista de tu película; habías luchado mucho para conseguirlo, y esperarías a que tu "brad pitt" apareciera, aunque te costara recorrerte el mundo.. porque alguien estará dispuesto a tener sólo ojos y tiempo para ti.
Lo último que se pierde es la esperanza, y quizás cuando no te tenga, se de cuenta de lo que ha perdido.
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