viernes, 8 de julio de 2011

El fantasma de la noche





Un ojo se cierra, el otro se mantiene atento; las piernas sienten un cosquilleo (como si las hormigas se apoderaran de ellas); los dedos se mantienen gélidos ante la brisa que entra por la ventana; el cuerpo se resbala poco a poco, descendiendo por el borde del sofá; la espalda cada vez está más curva, y las gafas a punto de caerse...
Dentro de instantes de claridad y sueño, se mezclan imágenes y recuerdos confusos... ¿realidad o ficción? De un sobre salto el pulso se acelera, algo interno me desvela; viene desde muy dentro... o viene de un ruido exterior..?
Suena el timbre, llaman a la puerta; levanto el cuerpo caído... no hay nadie, ¡que extraño!


Sin más, me desvanezco entre las suaves sábanas con olor a lavanda... cada músculo del cuerpo comienza a relajarse; los pies se desprenden, el abdomen se distende, el cuello y la cabeza ocupan su lugar en la almohada... y respiro con profundidad...
Los ojos se clausuran con el "tock tock" del reloj de la mesilla... parezco dormida, cuando el calor consigue desvelarme del sueño... las pestañas se despegan y los párpados, de modo intermitente, intentan terminar de abrirse...
Debo seguir soñando, porque siento una leve caricia por el hombro... es una tez suave, muy suave... recorre parte del brazo subiendo hacia mi cuello... me siento relajada entre un leve cosquilleo... es agradable; ahora está en el cabello, peina la melena como si fueran finas láminas que fueran a romperse... mmm... me acurruco, mi cuerpo va tomando forma según lo siento...


No quiero despertarme, es una placentera sensación... entre pequeños bostezos y arrumacos, cambio de postura hacia el otro lado... es extraño... siento una respiración, es como una mezcla de aire frío y caliente; puedo sentirlo, aunque es algo discontinuo, va y viene...
Parecía que había desaparecido cuando siento un roce en mi mejilla, siento frío, pese a que un calor se va hacia dentro de mí; como si un fuego recubriera cada uno de mis órganos femeninos... es una mixtura entre una pasión intangible y un hielo que me contiene... quiero más... se hace más intenso, y el corazón no para de bombear cada vez más rápido.... no hay palabras que lo describan...


Se ha ido!! ¿qué ha pasado? no abro los ojos, esperando a cualquier sensación, a deplorar una brisa en forma de aliento, o una textura que rejuvenezca mi cuerpo... transcurren segundos, y aún vivo esa asombrosa sensación que me ha apoderado... ¡quiero que vuelva!
Respiraciones profundas para recuperar mis músculos tensos... dónde mis ojos se atreven a abrirse, y explorar quién hay, qué ha sido lo que me ha poseído de forma tan dulce y apasionada... Entre las sombras, veo una figura echada a mi vera, es muy difusa pero es tremendamente bella, se ilumina de forma extraña entre la oscuridad de la noche, destellos opacos que llegan hasta mi... sé que está ahí, cierro los ojos, lo hago mío.... despierto mis sentidos pero ya no está.


Suena el despertador, la luz entra por la ventana, ya es de día, un día más, pero un día donde la noche ha sido mágica... me ha visitado... el fantasma de la noche. A partir de ahora, cuando el cielo oscurezca y la luna se ponga, esperare a que aparezca, para intentar tener otra noche junto a él... junto a mi fantasma.




5 comentarios:

  1. ... que tU fantasma nO deje de visitArte / feliz finde

    ResponderEliminar
  2. Siempre pensé que la vida estaba llena de "fantasmas" pero esta clase de viajeros envueltos en sabanas no debería de tener nadie, que tu fantasma envuelto en sabanas sea tu mejor compañero durante las noches Tinerfeñas este verano saludos norteños.

    ResponderEliminar
  3. Guau, yo también quiero un fantasma, que me haga sentir asi, y poder olvidar la realidad, sin emociones, de los mortales.
    Estrellita fugaz

    ResponderEliminar
  4. Un relato precioso. Me encantan tus escritos. Este me ha recordado una poesía de Becquer:

    XI

    —Yo soy ardiente, yo soy morena,
    yo soy el símbolo de la pasión,
    de ansia de goces mi alma está llena.
    ¿A mí me buscas?
    —No es a ti, no.

    —Mi frente es pálida, mis trenzas de oro,
    puedo brindarte dichas sin fin.
    Yo de ternura guardo un tesoro.
    ¿A mí me llamas?
    —No, no es a ti.

    —Yo soy un sueño, un imposible,
    vano fantasma de niebla y luz.
    Soy incorpórea, soy intangible,
    no puedo amarte.
    —¡Oh ven, ven tú!.

    Dicen que se ama lo que no se tiene y, cuando se tiene, comienza a dejar de amarse. Yo creo que no debe ser así. Pero sí es verdad que hay un poderoso componente psicológico en ello. ¿qué pensáis?
    ;-)
    ciudadanoNick

    ResponderEliminar