Estar envuelto en sensaciones, percepciones que te ponen los vellos de punta, erizan tu cuerpo, enlazan una sonrisa, los ojos brillan, y un suspiro te recubre... algunas crean un extremo placer incontrolable, otras te hacen perder el control, unas te llevan al más allá, varias causan sollozos mientras otras sonrisas eternas llenas de risa...
Qué sería un día a día sin sensaciones... desde el rayo de luz que entra por la ventana; el primer trago de agua; una ducha calentita con geles apetitosos; aromas que envuelven tu día; un beso jugoso en los labios; dedos entrelazados en un día frío; trazos de chocolate que saborear; y una mirada penetrable antes de terminar el día.
Para estar rodeado de emociones, hay que sentir, y no hay mayor placer que hacerlo; llena de sensaciones los minutos de tus días, para que cada uno de ellos sea diferente y emocionante.
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